martes, 30 de agosto de 2011

El Rey del Mundo

A V, S, C y todas las personas que padecimos al Rey del Mundo

Vivía tan enamorado de sí mismo que probablemente creía que el sol salía de su trasero y que el sonido de su voz era un melodioso canto de sirena, quizá por eso jamás dejaba de hablar, es en serio, estaba tan templado que creía que los demás lo idolatraban y el desprecio y rechazo al que lo sometían era un completa y absoluta impostura, pues, Quién sería tan necio como para no amarlo?, ergo era un narciso de cuidado.
Se creía un astro y lo hacía de forma tan convincente que al primer vistazo todos creíamos lo mismo, que era brillante. Toda la ilusión se iba de inmediato al traste apenas abría la boca, creyendo ser una mezcla entre Elvis, Mick Jagger y Orlando Bloom o sea, todo un semi-dios.
La triste realidad era que Narciso era un adolescente encandilado con su propio reflejo, tan deslumbrado con la imagen que el espejo le devolvía diariamente que sentía la imperiosa (y estresante) necesidad de transmitirle al (desdichado) prójimo las maravillas que implicaban adorarlo. Todo un Jonas Brother o Justin Bieber, o peor, un híbrido entre los ambos.
Era un predador redomado al igual que idiota, carecía de sutileza cuando quería algo, o alguien, perseguía sin descanso y aplicando el principio de "El que la sigue la consigue" a punta de cansar a la víctima de turno. Y jurando como juraba ser El Rey del Mundo, Narciso creía que cualquier presa caería rendida a sus "encantos" de músico, bacancito, socialité y más.
Era un amor propio tan empedernido que yo creía que era broma, no podía creer como una persona podía hablar de su propia vida y milagros durante casi dos o tres horas de forma ininterrumpida. Al principio muy ilusamente pensé: Bah, yo puedo vivir con esto, no creo que sea tan grave (o por lo menos no creo que lo haga en serio).
La tolerancia me duró una semana y monedas, mi naturaleza sarcástica y corrosiva no podía resistirse a agredir un ego tan erguido, y saqué lo mejor de mi artillería. Le di con todo: Malinterpretaciones intencionadamente dirigidas con malevolencia a acortar el monólogo de " Me-amo-profundamente" insultos sutiles, mofas, chistes sarcásticos. Nada parecía afectar su descomunal ego, pero mientras haya vida hay esperanza así que le compuse algo que quiso ser poesía:




"Me gustas cuando callas porque cuando hablas la cagas,

Me gustas cuando estas como ausente porque callas,

Por favor gústame un poquito y cállate un ratito,


Para mi alegría basta tu silencio,


Pues me repele tu aprecio,


Y para mi felicidad basta tu ausencia,

Pues me regocijo en tu decadencia,


Hey narciso, no hace falta que te diga,


Que me muero por no tenerte ni como amigo."



Mi humilde prosa pareció surtir efecto en su impertubable ego, cuando creía que ya
nada funcionaría Narciso de dio por ofendido (o por lo menos eso creo yo) y se
fue con su música a otra parte, literalmente. Y me dejó un sabor a dichosa
incredulidad que prácticamente cantaba en mi cerebro: Fuck Yeah it's gone. Con
coro de ángeles incluido.

1 comentario:

  1. Duquesa querida, al comienzo pensé que era una historia o algo parecido, pero cuando pasé al a la tercera línea... Dije "OMG, como puede haber gente así." Cualquiera puede hablar de su propia vida, triunfos y belleza, pero debe pensar en los demás y evitar que las personas empiecen a aborrecerlo... Porque la vida de uno no es el centro de la vida, y su mundo se puede venir abajo cuando alguien sea bastante más directo y más malévolo...

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